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Buzz Lightyear

Llegamos al restaurante y pedí una cerveza y tacos. Ella limonada, se me hizo rarísimo. Le dije “¿por qué no pides una cervecita?”. Se quiso hacer la tonta, sin éxito (jamás me ha sabido contar una mentira) entonces se le nublaron los ojos y dijo: “Estoy embarazada. Vas a ser tío”.

Tío… qué fuerte. Qué bonito.

Mi sobrino aún vive en el éter, navega en la tibia barriga en donde hizo su nido hace 8 meses y medio, patea desde adentro sin compasión. Le da hipo. Duerme. Vive en un mundo que muy pronto va a dejar para pasar a otro. No tiene ni el primer diente y ya viaja entre mundos este pequeño capitán Nemo.

Cuando me enteré de que venía… no me caía el veinte del todo, a pesar de ver la panza de mi hermana hincharse cada vez más, no fue hasta que nos mandó la foto de su ropita recién lavada, esperándolo, entonces pensé: “Estas son sus cosas. Ya tiene cosas que lo esperan”. Entonces mi hermana me enseñó un onesie de Buzz Lightyear. Ahí se me reventó el corazón de amor.

Y lo estamos esperando, con sonrisas en la cara, a pesar de tanta chingadera que nos ha pasado como familia y como país, ese cabroncito viene a alegrarnos la vida un poquillo, a hacernos pensar en el futuro. A no rendirnos y tratar de hacer este país un lugar tantito mejor para que pueda ir al escuela, jugar con sus amigos, caerse de un árbol, perseguir ranas, jalarle la trenza a una niña, para luego enamorarse de ella, crecer, jugar y platicar con su tío. Jugar conmigo. Cargarlo en los brazos y hacer como si fuera un cadete espacial y yo el malvado Zorg.

Voy a estar ahí para él. Porque él significa la esperanza de que a pesar de que las cosas no están de lo mejor con el mundo, él viene en camino y más me vale tener listos los caminos para que él los recorra sin miedo. Para que sea líder y buen amigo. Que sea caballeroso y que baile bien. Quiero decirle que este mundo a veces es de la chingada, pero también hay buenas personas, y niñas bonitas y baile y música y comida y comedia. Y lo voy a hacer reír.

Mi sobrino aún vive en el éter, pero pronto estará con nosotros. Será uno más: con sueños y con derrotas. Con gente que lo amará y gente que lo va a atacar. 

Pero nada de lo malo importa, porque tiene a su tío Chumel que nunca lo va dejar caer… jamás podría hacerle eso a un Guardián Espacial.