Diarios de cuarentena 01
Hace un mes, el sonido que más amaba en el universo era la voz de mi hijo Matías. Luego comenzó la cuarentena. Ahora varias veces al día me pregunto ¿qué hubiera pasado si casi cinco años atrás no me hubiera dado hueva ir a la farmacia por condones?
Hace dos meses, lo que planeaba para esta sección de la página era muy diferente. Cuando Iraam propuso hacer un portal y se lo aceptaron y luego no supo qué hacer con él, me buscó llorando para suplicarme que escribiera algo. Al ver su rostro lleno de mocos y polvo, recordé cuando lo vimos en aquel semáforo por primera vez, vendiendo jícamas, y nos lo llevamos al estudio para criarlo y enseñarle el oficio de editor.
Por eso mi primera idea fue escribir sobre lo que significa ser papá y algunas de las cosas que yo hago con mi hijo (el biológico, Matías). Pensaba platicar sobre las películas que vemos en el cine, las clases extracurriculares a las que lo llevamos, la escuela y demás. Ahora llevamos dos semanas sin estar fuera de la casa para aplanar la curva.
Tenemos suficiente suerte (gracias a toda la familia de MQN501 que implementó home office) como para no tener que salir a nada. Eso significa que tenemos que encontrar cosas para hacer aquí. Y resulta que el tiempo máximo que le puedes exprimir a un tablero de 20 juegos de mesa en 1 marca Montecarlo es de aprox unas dos horas.
Tiene cinco años. Esa es una edad increíble porque justo es cuando los niños pueden NO hacer tareas del hogar y al mismo tiempo requieren observación hasta para no ahogarse con un hueso de aceituna.
Una actividad que nos tomó todo un día y parte del siguiente y que recomiendo mucho, fue un campamento casero en el jardín. Aquí va un lifehack de papá: cuando un niño está emocionado por algo puedes hacer que se emocione por todo. Por ejemplo, cuando andaba hypeado con la idea de poner la tienda de campaña, aproveché esa inercia y le dije algo así como -¡Fuck yeah, ponemos la tienda y los sacos de dormir, pero antes quitamos todas las piedras y ramas del pasto, qué emocionante!- Y no se lo cuestionó y pasó toda la tarde recogiendo.
Su premio fue que en el asador hicimos una fogata con un trozo de madera que sobró de cuando le construimos una casa al perro y asamos bombones y salchichas. Subí algunas imágenes a Instagram. Aquí va otro tip de papá: durante el apocalipsis cotiza mejor con la comunidad del DM picosito ser una persona con una casa segura que un influencer famoso.