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El home office (en calzones)

Estamos cerca de cumplir los dos meses encerrados, y muchos ya se están volviendo locos al punto de que están empezando a escuchar a Bárbara del Regil y pensar que tiene sentido lo que dice, unos están explorando sus dotes culinarios (aunque en su perra vida se habían cocinado un huevo), otros se están ejercitando (aunque cuando terminan se tragan la carlota de limón que hizo el wey que está aprendiendo a cocinar) y otros como su servidor, está haciendo lo mismo que hacemos todos los días, por dos simples cosas, uno, nos mama estar encerrados como ermitaños y dos, el home office.

Y es que no es para menos, la emergencia sanitaria que estamos viviendo y esta “nueva” forma de trabajo que nos llevó a salirnos de las oficinas y ocupar ese tiempo en casa, explotó la curiosidad de la gente y para algunos, como Daniel Bisogno en cuarto oscuro, ya no se quieren salir de ahí.

Pero ¿qué es el home office? el home office que proviene del latín “homus officus” que significa hombre en ropa interior, (no lo googlen, créanme), y es la acción de llevar todas tus tareas laborales a tu hogar y trabajar remotamente con base en resultados. Pero no hay que hacernos pendejos, el home office en realidad significa, estar en calzones.

Como ya lo saben, en Máquina 501 nos dedicamos a la producción de video y creación de contenidos digitales, eso significa que como editores y/o escritores, la mayoría de nuestro trabajo lo realizamos desde casa, es por eso que ya tenemos varios años perfeccionando esta práctica milenaria, o sea ya hicimos callo pues, al punto que cualquier compañero de la empresa sabe y da por sentado, que si me hablas por teléfono y se requiere salir por algo, mi respuesta será “deja me pongo un pantalón” así es, ten la seguridad que voy a estar sin pantalones, todo esto gracias al home office.

Pero hay que ser realistas, no todos están muy contentos con esta forma de trabajar, desde los viejitos tercos dueños de empresas que te pagan por hora-nalga, ya sabes esos señores que les mama decir como la está cagando la juventud en absolutamente todo, hasta ese godín de hueso colorado que por la pandemia ya no puede entrarle a la tanda de doña Lupita de contabilidad, y poco a poco lo vuelve loco el no entender cómo el home office funciona.

Si tú entras en alguno de estos perfiles, te voy a decir, relaja la raja, porque este pedo va para largo nos guste o no. Hay que aprender a trabajar en casa.

Entonces, ¿cómo sobrevivir al home office? bueno como experto cinta negra quinto dan y cuatro posgrados en el tema, me gustaría explicarles dos principios clave que incluso físicos han discutido a lo largo de la época moderna, esos principios son el espacio-tiempo y la relación entre ellos.

Primero, necesitas tu ESPACIO, sé el espacio. No, no tienes que mandar a dormir a tu roomie/hijos/pareja al piso todo frio lleno de Covid-19 sólo para tener un escritorio mega mamón que ni vas a saber que hacer con el después de la pandemia, una simple silla en tu comedor hace el trabajo de evitar distracciones, y cada vez que te sientes ahí (sin albur) sabrás que es para trabajar y sólo para eso. La intención de esto es que poco a poco acostumbres a tu cerebro a entrar a esta dinámica. Siente como el chakra de tu entorno y tú se vuelven uno (perdón estaba viendo Naruto mientras escribía eso). 

Lo que nos lleva al otro principio: el tiempo y su administración. Si tú perteneces a las legiones y legiones de godinez que se vieron forzados a recluirse, probablemente sufras de que al momento de estar en tu casa quieras hacer las tareas del hogar y poner atención a tus labores, recuerda que sin el entrenamiento adecuado se vuelve una tarea imposible, que estos pensamientos no llenen de neblina tu mente pequeño saltamontes. Respetar el horario que normalmente cumples en tu oficina es fundamental, hora de llegada, hora de comida, descansos para ir al baño, etc… tranquilo, la paciencia es una virtud estudiantes, poco a poco aprenderán la técnica de dominar el tiempo, cuando menos lo esperes ya te podrás llevar la computadora al baño y hacer tu trabajo ahí (no se imaginan cuantos Pulsos se han editado de esta manera).

Amigos ya fuera de broma el mundo está cambiando y probablemente después de este desmadre que estamos viviendo se haga conciencia de todos los beneficios que trae el home office. Dejó de ser una forma de trabajo para las empresas “millennials” y se volvió (aunque sea de manera obligada), esencial en casi todas las empresas, así es, llegó para quedarse.

Podría durar más de veinte cuartillas escribiéndoles los beneficios de trabajar en casa o de como Forbes declaró que sube la productividad un 30% de los empleados al estar en un ambiente relajado, cómo ayuda al ambiente y ayuda a evitar congestionamiento vehicular, etc.

Pero lo que sí es verdad es que muchas empresas van a darse cuenta que pueden aminorar gastos y ser igual de eficientes con trabajo desde casa.

Hay muchos beneficios y recompensas en esto, pero todos sabemos, que la principal razón que el home office es tan chingón es por la libertad de no traer pantalones mientras trabajas. ¿O cómo creen que escribí esta columna? Exacto.