Skip links

Normalizando el acoso

El otro día en twitter me encontré un hilo con unas imágenes que explicaban situaciones en las que una mujer no quería tener relaciones con un hombre. Daba todos los ejemplos que podía poner:

Me duele la cabeza,
estoy en mis días,
me regañan si llego tarde. 

Todo para que los hombres pudieran entender que si una mujer te dice esto, significa que no quiere acostarse contigo. Al principio me saque mucho de onda, tenía que ser una broma ¿no? ¿en serio con dibujitos? Ni siquiera entendí el cómo llegaron a esa solución, tratar de educar a un hombre, enseñándole con peras y manzanas a leer las señales. 

Todo debería ser mucho más sencillo para las dos partes: un simple NO y ya. Pero luego recordé las ocasiones que he estado yo en esa situación. Y aunque la mayoría de las veces me siento muy mujer empoderada… honestamente cuando estás en un momento de esos, te sientes pequeña y vulnerable. 

Te olvidas que “lo único que tienes que hacer es decir no” y terminas igual que estos dibujitos, con las excusas más tontas. Excusas que no tendrías ni por que dar por que es tu cuerpo y nada tendría que suceder si decides no hacerlo. Pero ¿de dónde viene todo esto? Creo que en gran parte es de la cultura machista y su idea de mujer sumisa que debe cumplir con su deber. Ya se que voy a tener mil comentarios negativos de esto, pero sentí la necesidad de compartirles un poco lo vulnerables que podemos llegar a ser, y cómo si necesitamos de su ayuda. 

Una de las cosas que me que da mas miedo es  no saber en quién confiar en momentos en que te sientes en peligro. Porque no está bien que los que son tus amigos, te hagan comentarios de broma con temas sexuales, que se ofrecen a darte esa ayudita para el desestres o para que no pases tan sola la cuarentena. Automáticamente se pierde la confianza. ¿Cómo crees que voy a poder acudir a ti cuando me sienta con miedo o vulnerada, si en tus comentarios has insinuado que harías lo mismo si tuvieras la oportunidad?

Y lo más triste para tener que explicar nuestra situación tenga que ser, el -imagínate que le pasara a tu esposa, hermana o hija-. ¿Qué tan bajo tuvimos que caer como sociedad para que solo asociándolo con un ser querido se pueda empatizar con un tema así? 

A lo mejor para muchos hombres ha sido solo un chiste, un comentario al aire con la esperanza de que te abriera el paso… pero en nuestro caso si llega a ser mucho más. 

Es el tener que decir que no a un trabajo que te has ganado con esfuerzo pero claro, muchos pensarán que seguro te lo dieron por bonita, o quién sabe con quién te acostaste, cuando en realidad has tenido que decir que no, porque el productor te escribió un mensaje diciendo que con todo respeto, que buena estás, y que le gustaría conocerte más, así que padre que van a trabajar juntos… 

Y yo ¿por que tendría que dejar ese trabajo, perder esa oportunidad, ese dinero que también necesito para pagar la renta, la comida, el transporte?… La otra opción es resignarte a lidiar con eso y tener “cuidar” cosas como qué ponerte: ropa que no tenga escote, que mejor sea pantalón, (aunque esté haciendo un calor terrible). Cosas como tú actitud: ser amable, pero aprender a poner tu distancia,. Tus reacciones: que te hagan un chiste machista y tu simplemente tengas que sonreír o reírte como si no aplicara hacia ti. Y de las miradas lascivas ni hablemos. 

Así que sigo sin poder llegar a una conclusión, sin poder saber de qué manera hacerles entender las situaciones por las que tenemos que pasar.  Lo único que me queda es esperar que nos traten a todas de igual manera, con el mismo cariño y respeto. Necesitamos de su ayuda para poder tener el valor de decir que no, sin importar la persona o situación y saber que no va a haber represalias.