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Sueño Chilango

En esta mi primera vez como columnista (ay si tú). Quisiera platicarles a manera introductoria que el próximo Viernes 1.º de Mayo cumplo 5 años viviendo en la CDMX. Los mismos casi que llevo trabajando en Máquina 501, ya que en realidad cuando llegué en 2015, pasaron sólo 4 meses para ser un engranaje más de la “máquina”.

En fin, como ya dije este texto será una introducción personal y un anecdotario de mi llegada a la capirucha y de mi labor en Máquina 501. Para eso me voy a ir poquito más atrás, 2013, año en el cual me di cuenta por primera vez que Puerto Vallarta de donde soy originario (sí, soy pata salada, y así nos dicen) ya me quedaba chiquito. Sentía que tenía que expandir mis horizontes, y ya sé, se escucha mamón pero en un lugar turístico la zona de confort es bastante amplia y te estancas fácilmente.

Para ese entonces ya había hecho foto de bodas, retratos a turistas con el atardecer o con animales exóticos, books para modelos en estudio, hasta fotos de paisajes para así venderlos como cuadros, esto último con poco éxito. Cuando agoté mis posibilidades en la foto migré al video, donde trabajé durante 1 año haciendo anuncios para un hotel en Sayulita. También colaboré en un par de “behind the scenes” para un catálogo de ropa, fui asistente del asistente en un promocional de Corona  y así hasta llegar a finales del 2014 y toparme otra vez con la maldita zona de confort. Esta vez ya con destino definido y con ganas de dar el brinco al ansiado, como lo llamé en su momento, “sueño chilango”. Y no me lo tomen a mal, Vallarta es un lugar hermoso, lo tiene casi todo, pero si tu meta es trabajar en la producción audiovisual ese no es el lugar indicado, al menos no en ese año.

A principios de 2015 me mudé con mi madre para ahorrarme el dinero de la renta y vendí mis cosas para no llegar en ceros a la capital. Para mi buena suerte tengo familia en CDMX y al principio llegué a casa de unos tíos en el mero sur, allá donde no hay metro, donde la gente se mueve en combi o en mi caso en tren ligero. Mi estación durante los primeros 9 meses fue Xomali, para los que se ubican son 2 estaciones después del Estadio Azteca, toda esa área está poblada en su mayoría por “coapeños” que le van al América y conducen Tsurus tuneados, pero también hay seudo mirreyes que se sienten fresísimas sólo por estudiar en la UVM. Es una zona grande que tiene todo tipo de extractos sociales y tribus urbanas. Llegar a vivir a esa parte de la ciudad fue entender lo grande y diversa que es la capital del país, porque aunque tenía amigos en Roma-Condesa y mi primera chamba fue hasta Metro Constituyentes, yo tenía que regresarme a Xomali y eso eran 3 transbordos y la mitad del tren ligero, es decir 1 hora 45 minutos aproximadamente. Casi dos horas en las cuales tenía contacto con todo tipo de personas y donde en uno de mis múltiples traslados, en Metro Chabacano, me topé con los famosos carteristas los cuales me dieron mi “bienvenida”. Me la aplicaron con una maestría y técnica que solo ellos saben y entre empujones y jalones (no, no era una porno), me sacaron el celular y no me di cuenta hasta que salí de la estación.

Esta experiencia de ser hurtado de tus pertenencias nunca la había vivido y aunque fue sin violencia, me sirvió para empezar a desconfiar de todos. Lamentablemente no fue la última vez que la cagué y confié, pero sí la única que me robaron el celular. 

Septiembre de 2015, pasaron 4 meses desde que llegué y ya recorrí parte de la ciudad tomando fotos, entré a un diplomado en Historia del Cine Mundial en la Cineteca Nacional y también trabajé para una “agencia de publicidad” donde otra vez por confiado, perdí parte de mi equipo personal y un poco la seguridad en mí mismo. Pero no todo es amargura amigos míos, pues como dice el dicho, “donde se cierra una puerta, se te abre una chela” (¿o cómo era?). Gracias a uno de mis mejores amigos en la CDMX, Moisés Díaz, conocí en una comida a la peor @ de México y terror de la CONAPRED. Sí, conocí a @rikymoreno. Después de un par de horas ya borracho (porque #riky), me preguntó que si sabía editar y sin dejarme responder me citó el siguiente lunes en el Corporativo de Máquina 501, sin mamar eso me dijo.

Y a partir de aquí seré lo más breve posible, haciendo hincapié en algunos sucesos importantes pero la idea es no aburrirlos con mi “historia de éxito” (se aceptan las mentadas de madre). Al entrar a Máquina empecé primero editando Maquíllate con Samanta  y Hey Arnoldo para después editar junto con Iraam La Edad de Oro, el programa más políticamente incorrecto en el cual he trabajado y con el cual me adentré en el mundo de YouTube. Porque la verdad, siendo yo un pinchi fotógrafo de playa, que chingados iba saber de cómo se producía en esa plataforma, es más se me dijo muy puntual que me pusiera a ver y estudiar contenidos para saber cómo eran y cuáles eran las tendencias.

Pasaron 3 meses aprox. y en Máquina estaban por arrancar la segunda fase de un proyecto que ya existía y ese proyecto era Deportología. Yo no tenía ningún programa asignado como tal, y de un día para el otro se me acercó Kaizzer y me dijo -Felicidades vas a ser el nuevo editor de este proyecto, empiezan la próxima semana-. Y así fue como desde Enero de 2016 empezamos junto con Oswaldo Deportología. Primero con Ricardo O’Farrill y Diego Zanazzi y meses más tarde se armó el triplete con Alex Fernández para así hacer durante 3 años y medio el mejor puto programa de deportes en YouTube, le duela a quien le duela.

El primer año del programa fue bueno pero no fue hasta el 2017 donde empezó lo chingón. Además de que el audio mejoró con la inclusión de Gabo en la consola, también entramos a 2 nuevos espacios, el primero en NET del canal Fox Sports, y el segundo en Radio Fórmula en la barra de La 1, donde compartían espacio con Chumel, Jiots, Attolini, Supercívicos entre otros. Tuvimos grandes invitados como el buen Ricardo La Volpe, conocimos a jugadores como Raúl (del Real Madrid) e hicimos un programa de NET con Zague. También por esta época empezó el mame de apodarme “el Beckham” porque claramente soy idéntico a David, o todo lo contrario ustedes díganme. Fue una cosa bastante sorprendente ver como un simple cameo en donde mentaba madres y pintaba huevos generó tanto agrado en los fans, al grado de pedir más apariciones mías para después convertirse en un personaje más del programa [huevos para todos, pinches putitos]. Este año fue el inicio de muchas alegrías en el ámbito profesional, pero también de sucesos trágicos personales y nacionales.

En la mitad del 2017, el 4 de Julio para ser exactos, recibí una llamada muy temprano de mi padre avisándome que mi hermano de apenas 18 años, había perdido la vida en un accidente. En ese momento toda mi mente se nubló, es una noticia que no esperas recibir nunca y mucho menos de alguien tan cercano. Para mí amigos míos, esta fue la primera muerte de un ser querido que me ha tocado vivir y sin equivocarme les digo que ha sido de los momentos más de la verga que he tenido. Porque muchos dirán todo el mundo muere, sí, pero la gente que muere joven y en plenitud, es una muerte inesperada e inimaginable. Esto no se supera amigos, simplemente aprendes a vivir con ello.

Tan solo 3 meses después ya estando de vuelta en la ciudad y viviendo en la Colonia del Valle, a las 13:14 del 19 de Septiembre un terremoto de 7.1 nos sacudió a los habitantes de esta metrópoli y sus alrededores. Lo que vino después fue doloroso pero asombroso, jamás en la vida había presenciado una unión tan sólida en la sociedad, la capacidad que tuvimos para reaccionar ante tal desgracia fue enorme. En lo personal no lo pensé ni un segundo y dejé lo que estaba haciendo para ir auxiliar, junto con otras personas, a la gente que había quedado atrapada en un edificio que se desplomó a unas cuadras de mi casa. A la fecha no sé si ese día cambió algo en nuestra sociedad, pero de lo que sí estoy seguro es que frente a cualquier adversidad el pueblo mexicano es el más chingón, se amachina y no se raja.

Dejando los sucesos trágicos, unos días después y debido al sismo, adopté al mejor amigo que la vida te puede dar, un cachorro de 3 meses al que llamé Chisco. Tiempo después, justo en noviembre del mismo año empecé mi relación de novios con Rosario, la que ahora es mi esposa y madre de Chisco [sí señor, los perros son familia y háganle como quieran, estúpidos].

El año 2018 marcó un hito para el programa, ya que entre un chingo de cosas que hicimos, tuvimos el evento de la Pelea del Siglo “Erming vs Diego”, que jamás pensamos que tuviera éxito, pero la rompimos y fue gracias a los fans. Hicimos el Álbum Panochini que se vendió como pan caliente, fuimos a partidos de la NBA en México y también de la NFL en Boston y L.A (tuve la suerte de estrechar la mano de Tom Brady, sí, con la que lanza). Pero sin duda nuestra carta más fuerte fue la invitación que nos hizo Corona como parte de la campaña #LaSuerteNoJuega para ir al Mundial de Rusia 2018. Fueron 15 días, fuimos a los 3 juegos de la selección en fase de grupos y aunque fue la putiza más cabrona que me he metido en mi carrera como realizador, haber estado presente en el juego de México vs Alemania hace que todo valga la pena. Y es que amigos 8 capítulos para YouTube, 5 para Fox Sports, 3 cápsulas para Radio Fórmula, mover el equipo de una ciudad a otra, montar y desmontar en distintos cuartos de hotel, volar el mismo día del partido, grabar de madrugada, editar contra el tiempo, comer y dormir de la verga, y solo haber “descansado” 3 días de esos 15 en Rusia, se dice fácil y sí fue una gran putiza, pero ninguno de los 4 nos rajamos y la experiencia nadie nos la quita. Además el metro de Moscú es hermoso  [pues si nomás eso conocí, chúpenme un huevo].

Llegó el 2019 y también la idea de hacer una pausa al programa. Las pláticas fueron muchas, el momento de cuando sería el último programa se discutió bastante y después de haber ido a dos Super Bowls, uno con Bud Light y otro con Samsung [yo no fui a ninguno, ptm] y a un Mundial con Corona, se decidió que el último programa sería el 5 de Junio de 2019. Y es así como después de 3 años y medio Deportología llegó a su fin haciendo solo una vez más un especial navideño para beneplácito de nuestros fans, básicamente. 

Deportología terminó y no se le vea la luz para volver de entre las sombras, [aaanomames se escuchó bien dramático eso, váyanse al pito, 🙁 culeros]. Aun así en 2019 seguí trabajando en distintos proyectos de Máquina junto con Choche, Memo y el crew de Radio Fórmula en distintos festivales como el Vive Latino, Flow Fest, Corona Capital, EDC entre otros. También esporádicamente, grabando y editando los videos de Jiots y semanalmente cortando el radio resumen del Radio de la República. En lo personal le pedí matrimonio a mi novia en el mes de Julio y nos casamos por el civil el 21 de Septiembre del mismo año. Aunado a nuestro matrimonio decidimos montar Studio Flap, nuestro propio estudio de diseño, foto y video en donde nos enfocamos en trabajar con nuevos emprendedores y marcas que necesiten contenido para sus redes, crear su imagen desde cero, un rebranding, una página web, etc. (perdón por el gol).

Estamos ya en 2020 y con todo y coronaviru, como le dice Chumel y mi tía Corina, sigo en Máquina 501 editando junto con Iraam el programa de Encerrados pero Informados. Además asisto a Víctor en El Pulso de la República cortando y montando el programa de los Lunes.

Ahora acercándose el 1.º de Mayo, miro hacia atrás y veo todo lo que he hecho y me ha pasado estos 5 años en esta ciudad tan maravillosa pero a la vez monstruosa y estoy seguro que, salvo algunos momentos que daría todo porque no hayan sucedido, volvería a tomar la misma decisión de salir y explorar todas las opciones posibles que me ha dado la vida, ya que por esa decisión conocí cosas como la experiencia laboral, la competencia, lo que es trabajar bajo presión y en otra parte del mundo, conocí lo que es trabajar en una empresa de puro soñador como yo, ayudé a gente atrapada en un derrumbe, adopté un perro y adquirí una responsabilidad diaria, conocí a mi esposa, emprendimos un negocio, pero conocí principalmente, lo que es apuntarle a lo grande y atinarle.

Gracias Ciudad de México, gracias planeta tierra, gracias universoaaaichiiingen a sus huevos, pinchis ojetes. Sigan sus sueños, neta.