TRUMP VS TWITTER
Charalitos… No importa que haya pandemia, el mundo tiene que girar y ya vienen elecciones gringas. Y como al camarón que se duerme le toca bilé de carne, es hora de hablar del presidente con aroma, cara y olor a camarón. A veces se va, pero siempre está ahí para juzgar al mundo
Todo empezó cuando la semana pasada la red social más buenaondita y conciliadora: Twitter, señaló como engañoso un tuit del presidente estadunidense y zampa-Twinkies de vainilla, Donald Trump, donde afirmaba que los votos por correo serían “substancialmente fraudulentos”.
Así es. Era la primera vez que la red social del pajarillo pecho azulillo, le daba un periodicazo en plenos pinches hocicos al presidente más bocazas que ha tenido Estados Unidos en esta era de las redes sociales.
Y como mensaje picosito por Instagram: La respuesta no se hizo esperar. Más enchilado que cachete de TikTokera, Trump firmó un día después una orden ejecutiva contra Twitter y otras redes sociales para, según él, quitar inmunidad a redes sociales y evitar la censura a usuarios, aunque todos sabemos por qué lo hizo realmente:
Obviamente. Por pinche squirrel… Ardilla, pues. Esto no se iba a quedar así. Yo soy Donald John Trump, el primero en su nombre y presidente de la buena gente de Estados Unidos de América. Me la pelan todas las redes sociales, periódicos, estrellas porno, nutriólogos y cualquiera que me contradiga. Soy como AMLO pero con varo. Soy su mero father. Y el que no esté de acuerdo, nos vemos afuera de la Casa Blanca para empanizarnos la madre a chingazos.
Después de esto y pensando que Twitter iba a estar muerto de miedo, a Trump se le hizo muy pinche fácil opinar sobre la ola de protestas tras la muerte de George Floyd que falleció mientras estaba “bajo custodia” de la delicada policía en Minneapolis.
Mensaje que Twitter no le borró, pero sí se lo ocultó por “violar las reglas” de la red social y “glorificar la violencia” ya que llama ‘Matones’ a los manifestantes en Minneapolis. ¡CHINGADAS VERGAS, TWITTER!
Pues ahí tienen, juzguen ustedes. Para muchos, la acción de Trump contra Twitter es una represalia por las medidas contra la desinformación. Para otros es una forma de evitar la censura. Lo que es cierto es que a las redes sociales les vale mucha madre lo que AMLO… digo, Trump opine de ellas y las críticas, señores, no pararán nunca. In god we trust. Regresamos.