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UNA MAMÁ EN APUROS

 

Amigosaurios. Aquellas que dieron su vida su amor y su espacio, aquellas que cargaron en su vientre dolor y cansancio, valientes en su casa y en cualquier lugar. Motivo y razón de que cada 10 de Mayo Fher De Maná salga de su capullo hecho de yute, ocote y bejuco convertido en Denise de Kalafe, sí, las mamás. 

Su amor trasciende el tiempo, la materia y el espacio, incluso, las especies. El instinto maternal se arraiga más allá de lo comprensible para el homo sapiens sapiens. Sin embargo, cada determinado tiempo, surgen alteraciones en la Matrix que nos regalan madres diferentes, madres carentes de estos banales convencionalismos, madres que son madres y al mismo tiempo hijas de toda su repinche y bomba progenitora.

Tal es el caso de la llamada LadyManoseo, fémina antropomorfa de la región norte del país que saltó a la fama por, primero, abandonar a dos de sus vástagos a su suerte en un Oxxo de la ciudad de Durango, como si los inocentes no tuvieran ya suficiente con haber nacido en Durango, para luego, cuando lugareños le reclamaron el abandono de las crías, optó por atacarles y de nuevo olvidar a sus cachorros a su suerte. Pero miren, no les cuento más, vayamos con la cinta.

SWADAVS DRONIAK.

El Film Noir, Lady Manoseo, inicia abrupto, intempestivo. La cámara es cruel testigo de algo que aun no alcanzamos a descubrir. La fotografía atrapa, envuelve al espectador en un vaivén frenético, reminiscente del Neorrealismo Italiano más puro, inestable, la inquadratura en scherzando, poco a poco va revelando su origen. De súbito, la protagonista ataca, la cámara deja de ser un mudo testigo para convertirse en nosotros, espectador y cámara, cámara y espectador se funden en un abrazo fortuito, casi íntimo, donde ya no podemos desviar la mirada, hemos quedado hechizados por la trama que apenas comienza a nacer, como Venus emergiendo violenta de la espuma, como una Temis Justiciera, desenvainando su espada, titánica, inmisericorde. 

Con fiera responda, Lady Manoseo amenaza, provoca al espectador y al antagonista, que para este punto son uno mismo. Parece regresar al nido, alejarse indómita por sus polluelos, quienes, desconcertados regresan al seno materno, a lo que ellos creen es la salvedad. Pero, ¡OH DESGRACIA! Son abandonados de nuevo y ante la mirada atónita del espectador, Lady Manoseo inicia una persecución “Del Capo al Fine” sobre nuestro antagonista que, para desdicha propia, somos nosotros. La cámara retrocede en este perfecto plano secuencia “sostenuto ma non troppo”, el encuadre es certero, apocalíptico, kubrickiano. Lady Manoseo insulta, injuria y calumnia ad libitum en una agonía que se antoja eterna para en vivacissimo movimiento obligarnos a terminar la odisea. Pendientes. Expectantes. Ávidos, de una secuela que quizás nunca llegará.

Ahí lo tienen amigos, la señora, después de verse evidenciada optó por decir que la persona que la había grabado literalmente abandonando a su hijos la había manoseado. 

Sabemos que a veces los hijos son un dolor de huevos, sí, se dice y no pasa nada, pero tampoco es como para abandonarlos a su suerte y menos en un país donde desaparecen en promedio 15 niños diariamente. Tampoco está bien jugar la carta del acoso cuando sabes que la cagaste. Afortunadamente el registro de las pendejadas de esta mujer quedaron grabadas, pero cuántas veces no habremos juzgado mal a alguien por el simple hecho del “yo te creo, amiga”. 

Desde EPDLR los invitamos a que aprendamos todos a no adelantar juicios, a no creer ciegamente, y a no tener hijos si al final van a terminar abandonándolos en un pinche Oxxo de Durango.